Los militares toman el control aéreo
Tras la "huelga salvaje" que iniciaron los controladores el
pasado 3 de diciembre, el Gobierno declaró el estado de alarma por primera vez
en la democracia española. Sin embargo, el vicepresidente primero y portavoz
del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió que el Ejecutivo tomará medidas
“con firmeza y determinación” para que
no se vuelva a repetir una situación de caos como la que se ha vivido en los
aeropuertos estos días. De hecho, el vicepresidente aseguró que los
controladores que no acudiesen a sus puestos de trabajo pasarían a incurrir en
un “delito de desobediencia”, castigado con penas de prisión.
Situación en los aeropuertos españoles |
De esta manera, según
explicó Rubalcaba, “se necesitan 48 horas para recuperar la normalidad”. “También
es necesario que un 90 por ciento de los controladores haya vuelto a sus
puestos”, añadió el vicepresidente.
Rubalcaba afirmó en rueda de prensa que el estado de alarma,
que el Gobierno decretó en un Consejo de Ministros extraordinario, tendrá una
vigencia de 15 días desde su publicación en el Boletín Oficial del Estado. Sin embargo,
el vicepresidente continuó diciendo que podría prolongarse por más tiempo
"si el Gobierno solicita la correspondiente autorización al Congreso de
los Diputados". Esta medida se utilizaría en el caso de que las vacaciones
de Navidad se vieran amenazadas por un nuevo cierre del espacio aéreo.
Por otra parte, la cifra de pasajeros afectados asciende, según
fuentes aeroportuarias, a 600.000 desde la tarde del viernes. Por su parte,
AENA calculaba en 300.000 el número de perjudicados por el abandono de los
controladores de sus puestos de trabajo.
Según los últimos datos de AENA, un total de 2.255 vuelos se
cancelaron, es decir, un 52,3 por ciento de los previstos. De hecho, hasta las
14.00 horas del sábado se anularon 1.148 operaciones de llegada y 1.107
operaciones de salida, del total de los programados en los 47 aeropuertos de la
red española.
FUENTES
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